¡Buenas tardes a todos!
En esta entrada vamos a hablar sobre las
rabietas infantiles.
Rabietas y desobediencia ¿es parte del
desarrollo infantil?
Todos aquellos gritos, rabietas, enojos y
berrinches que pueden retumbar en los oídos de los padres y ponerlos de cabeza
son completamente normales; de hecho, forman parte de un ciclo que comienza con
los denominados "terribles dos" y estos son los detalles.
Cuando un niño comienza a madurar se da
cuenta de que hay un mundo que le exige comunicarse en todo momento; cada día
entiende que debe ser independiente en ese sentido. Así que de 0 a 6 años
desarrolla múltiples habilidades, expresa todas sus emociones y, por supuesto,
desespera a uno que otro adulto.
Sin embargo, hay diferentes "etapas de
berrinches" que se reparten en los primeros seis años, las cuales te
describimos a continuación:
De cero a dos años: "los terribles dos"
Ya habíamos comentado que el ciclo comienza
con este término y podría decirse que es uno de los peores periodos. Aquí el
niño no tiene la capacidad suficiente para autocontrolarse y por eso
"suelta" todas sus emociones en el ambiente.
Después de haber cumplido un año de edad, la
mayoría de los niños están muy acelerados debido a que sus capacidades motrices
evolucionan a diario. Por lo anterior, buscan hacer todo por sí mismos y en
muchas ocasiones no logran hacerlo, ya que su capacidad lingüística aún no está
desarrollada al cien por ciento. ¿Qué problema hay con esto? Que se frustran y
hacen muchos berrinches.
Los tres años y los famosos "¿por qué?"
Cerca de los tres años de edad, el niño
contará con más habilidades motrices, cognitivas y lingüísticas. Su curiosidad
estará presente en todo momento y comenzará la etapa de los cuestionamientos,
de los famosos “¿por qué?”.
En esta edad, los berrinches estarán
relacionados con lo que se le permite hacer y lo que no, por lo que se sentirá
frustrado cuando se le diga que no.
En el cuarto, quinto y sexto año ¿los niños ya son maduros?
Hacia el cuarto o quinto año de edad es muy
probable que ya cuente con habilidades sociales que le permitan comportarse
adecuadamente: tendrá autocontrol y los berrinches desaparecerán con el tiempo.
Sin embargo, no todo es quietud y paz.
Estará acostumbrado a recibir órdenes de sus padres, pero cuando se trate de
otra figura de autoridad externa volverá a ser más impulsivo, a retar y querer
hacer las cosas en el momento y forma que desee.
¿Cómo se puede evitar ese comportamiento?
Ahora que has conocido cada de una de estas
etapas, lo único que debes tener claro es que no todos los niños pasan por lo
mismo a la misma edad, en el mismo instante. Todos son diferentes y es por eso
que necesitan un equilibrio.
Un niño necesita saber desde su nacimiento
que existen ciertos límites, por eso durante este ciclo de vida se deben
establecer reglas muy claras y precisas. De esa manera, los niños sabrán qué
está permitido y qué no; algo que les puede proporcionar seguridad y confianza
en el futuro.
Paciencia y constancia son las palabras
clave para que esta etapa se desarrolle de manera natural.
Os dejo este video de youtube en el que Beatriz Montero os cuenta un cuento: La rabieta de Julieta.
Un saludo
Cristina
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